Frauenberatungs- und Therapiezentrum Stuttgart e.V.
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Todo sobre psicoterapia

Cursan muchos mitos sobre la psicoterapia. Por ello hemos recopilado algunas informaciones sobre este tema.

La psicoterapia actual cuenta con una historia de más de cien años. Por más que todavía existen enormes fronteras ideológicas entre diferentes escuelas, muchos procedimientos han resultado mutuamente beneficiosos. Gracias a la investigación científica de los procesos terapéuticos las experiencias reconocidas se han concretado y desarrollado más últimamente. Hoy día, la mayoría de los psicoterapeutas trabajan con una amplia gama de diferentes métodos terapéuticos y reflexionan sobre su propia práctica en cursos de ampliación de estudios, en supervisiones e intervisiones (supervisión recíproca).

A continuación ofrecemos breves respuestas a las siguientes preguntas:

¿Qué psicoterapia ayuda?

Cuando consultamos a un médico estamos acostumbrados a que nos recete una píldora tras su diagnóstico o a tener que someternos a una operación. No necesitamos hacer nada más que tragarla o hacernos hospitalizar. En el caso de la psicoterapia la situación es distinta. Ella se basa más en el diálogo entre el paciente y el terapeuta y además exige la participación activa del primero.

El mercado de las ofertas psicoterapéuticas es desconcertante para una persona profana. Además, muchas tendencias hacen creer que se trata de un auténtico método de curación. Gracias a sus propias experiencias algunas personas confían ciegamente en la terapia corporal biodinámica, otras en la terapia sistémica y otras en la terapia Gestalt o conductual. Para algunas lo decisivo fue su experiencia terapéutica grupal. Con muchos métodos de distintas tendencias pueden lograrse resultados positivos.

(Ver información sobre las distintas tendencias en la página siguiente.)

No obstante, algunas tendencias contienen aspectos maifiestos u ocultos de menosprecio a la mujer (ver por.ej. Sigrid Vowinckel, Bert Hellinger unter der Lupe. (Puede ser obtenido del Fetz) Pero muchos terapeutas no se dan cuenta de este hecho.?
El enfoque personal y la visión del mundo del terapeuta y la manera en que ello interactúa con la visión del mundo y la personalidad del paciente es de gran importancia para el proceso terapéutico.

Por tanto, la relación entre el terapeuta y el paciente es de vital importancia para el éxito de una terapia: si resulta posible generar confianza o si el paciente es capaz de abrirse a las ayudas terapéuticas en este entorno. Al final enumeramos algunas preguntas de reflexión para el caso de que quieras acudir a terapia. Para informaciones más detalladas sobre una de las actuales tendencias terapéuticas solicita una cita de consulta e información.

 

¿Qué enfoques terapéuticos son reembolsados por las cajas de enfermedad y qué son sesiones probatorias? 

Desde la entrada en vigor de la Ley sobre Psicoterapia ya no necesitas una derivación del médico o neurólogo para comenzar una terapia. Puedes dirigirte directamente al terapeuta psicológico o médico. Hasta la edad de veinte años también puedes consultar a un terapeuta de niños o adolescentes.

Las primeras cinco sesiones – denominadas sesiones probatorias – serán reembolsadas automáticamente por medio de la tarjeta del seguro de enfermedad sin que tengas que someter una solicitud a la caja de enfermedad y esperar si la acepta. Durante o después de este período inicial, es el terapeuta quien tendrá que presentar la solicitud a la caja, cuyos expertos la evaluarán y aceptarán.

Puedes tomar sesiones probatorias con diferentes terapeutas. Para que el seguro reembolse los gastos de la terapia es esencial comprobar que existe un “trastorno” real según los criterios de diagnóstico internacionales. El desarrollo de la propia personalidad no es suficiente. Una terapia a costa del seguro de enfermedad es automáticamente etiquetada según los diagnósticos habituales.

Las cajas reembolsan:

los enfoques psicológicos, analíticos y las llamadas orientaciones conductuales de la psicoterapia. En breve: en los enfoques de la psicología profunda y analítica el análisis de la juventud y el saldar las cuentas con el pasado constan en primer plano. La terapia conductual, por su parte, se concentra en la solución de los problemas actuales y se orienta más bien al presente y al futuro.

Desafortunadamente, algunas tendencias de la psicología profunda, en particular las analíticas clásicas (según S. Freud y C.G. Jung), todavía tienen prejuicios frente a las lesbianas y los gays. Además, se inclinan más bien a una imagen tendenciosamente conservadora frente al papel de la mujer.

Por desgracia, todas las demás orientaciones psicológicas (por.ej. terapia Gestalt, de conversación, psicodrama, terapia familiar sistémica o terapia corporal) no ha sido reconocidas por las cajas, o sea que los pacientes mismos tienen que pagarlas. Es deplorable que el poderoso grupo de presión de los médicos alemanes haya logrado excluirlas de dicha ley. Muchos médicos psicoterapeutas son al mismo tiempo psicoanalistas.

Dicho sea al margen, los médicos psicoterapeutas necesitan una formación mucho más corta que grupos profesionales con una formación psicosocial.

¿Cómo puede ayudar una terapia? 

  • La psicoterapia puede ayudar a
  • Tener más seguridad en sí mismo, más satisfacción y bienestar
  • Tener más control sobre sí mismo y sobre la propia vida
  • Paliar trastornos, afrontar mejor los problemas
  • Actuar más conscientemente, identificarse mejor consigo mismo
  • Descubrir recursos ya inherentes

No obstante, al mismo tiempo cursan numerosos mitos sobre la terapia, razón por la cual a continuación enumeramos algunos aspectos que la psicoterapia no puede cumplir.

¿Cuáles son los mitos y las limitaciones de una terapia?

Mito: Una “catarsis emocional" me curará
Liberarnos de tensiones internas y de conflictos espirituales por medio del desahogo emocional puede ser un inmenso alivio y libramiento. Lamentablemente, es un mito que la catarsis emocional automáticamente conduce a una „curación definitiva“ y que todo estará bien, como por arte de magia.

La terapia puede ayudarnos a descubrir los conflictos auténticos para así aprender a manejarlos mejor. Por consiguiente, se trata de un proceso de cambio a paso lento.

Pero las estructuras básicas de nuestra individualidad seguirán existiendo. Son las que determinan nuestra personalidad, nuestros lados fuertes y débiles. Pueden interponerse nuevamente en cualquier momento y exigir una renovada lucha y un nuevo esfuerzo consciente para vencerlos.

Mito: Una vez descubierto mi trauma infantil estaré curada
El descubrimiento de traumas infantiles de por sí no significa automáticamente curación. Puede contribuir a que nos comprendamos mejor y esto de por sí ya puede ser un gran alivio.

El mito del terapeuta-gurú todopoderoso
Ninguna persona puede asumir la responsabilidad de nuestra vida, por más que una persona neutral y profesional nos pueda asistir en situaciones o problemas complicados y difíciles. Después de todo, incluso el mejor terapeuta no es más que un simple ser humano con sus propias limitaciones.

Los terapeutas son más bien asistentes, catalizadores, aceleradores que te pueden ayudar a descubrir y desarrollar tus propias posibilidades.

El mito del tratamiento ideal
Siempre surgen nuevas modas en círculos terapéuticos y de realización personal. Escuelas terapéuticas ofrecen diversas posibilidades de ayuda y tienen diferentes puntos fuertes, pero ninguna está en posesión exclusiva de la “piedra filosofal”. Ver más detalles bajo el apartado 1: Qué psicoterapia ayuda.

Mito: Todo se resolverá por sí solo
Junto al contacto saludable y agradable dentro de un entorno de confianza, la terapia ¡también implica trabajo! El paciente tiene que poner en práctica lo contemplado en las sesiones para sobreponerse – a veces con pequeños pasos – a su propia sombra. La terapia no tiene lugar exclusivamente durante las sesiones.

Mito: Permanente felicidad y satisfacción
Si deseas acudir a terapia con el fin de encontrar eterna felicidad nunca la acabarás. Satisfacción, alegría, felicidad, temores, sentimientos de culpa y de vergüenza, ira, crisis y cambio, todo es parte integrante de nuestra vida. Así como no existe eterna satisfacción no existe un ser humano sin lados débiles. Sin embargo, la terapia ofrece una posibilidad de desarrollar las propias potencialidades al afrontar los problemas, de crear un mejor entorno, generar más bienestar y contribuir a la evolución de la propia personalidad.


¿Qué hay que saber sobre el contacto sexual con un terapeuta?

Un contacto sexual durante una terapia representa una agresión y violencia sexual por parte del terapeuta, independiente de si la clienta misma ha tomado la iniciativa de seducir o si está enamorada de él/ella y ha deseado este contacto.

La relación terapéutica debe centrarse en la atención a la persona que solicita ayuda. Por parte del terapeuta, esto incluye la obligación de renunciar a la satisfacción de sus propios deseos sean sexuales o narcisistas. En el contexto de una terapia la proximidad sólo será saludable si al mismo tiempo se mantiene una distancia responsable y confiable.

Algunos terapeutas trivializan el contacto sexual. No obstante, las directivas deontológicas son bien claras, por .ej. la BDP (Berufsverband deutscher Psychologinnen und Psychologen – Asociación Profesional de Psicólogos Alemanes) publicó un folleto recomendable:

"Por más que la clienta misma haya deseado una relación sexual, el terapeuta jamás deberá consentirla y, sobre todo, siempre será responsable de lo ocurrido."
(Ver: Patientinnen-Ratgeber. Sexueller Missbrauch in der Psychotherapie. 2. Auflage 2000. Obtenible del Berufsverband deutscher Psychologinnen und Psychologen e.V., Heilsbachstr. 22, 53123 Bonn). Los psicoterapeutas que sobrepasan este límite a justo título cometen un acto punible.

Claro está, que no es nada anormal que una mujer se enamore de su terapeuta y desee un contacto íntimo: es un anhelo totalmente legítimo y comprensible de atención y confirmación, de ser finalmente aceptada con todos sus lados débiles y de ser reconocida como individuo único e importante. Si el terapeuta abusa de esta confianza, las consecuencias para la persona afectada pueden ser igualmente traumatizantes como en el caso del incesto.


¿Cómo puedo saber si el/la terapeuta es el adecuado para mí?

Preguntas para la reflexión:

  • Me siento bien, comprendida, estimada o tutelada, censurada, menospreciada, incómoda? ¡Ten coraje! ¡Menciona lo que te molesta!
  • ¿Cómo reacciona el/ la terapeuta ante mis deseos? Esto no quiere decir que tenga que aceptarlos todos, sino únicamente si me siento aceptada con lo que me es importante.
  • El/la terapeuta ¿tiene supervisor o un grupo de intervención? ¿Tiene intercambios a nivel profesional?
  • ¿Ha hecho cursos de formación sobre temas como violencia sexual, rehabilitación post-trauma?
  • Importante para mujeres lesbianas/bisexuales o mujeres que tienen dudas sobre su propia orientación: ¿ha hecho cursos de formación sobre la situación de la mujer lesbiana, o por lo menos ha leído literatura sobre el tema? ¿Ha reflexionado sobre sus propios rasgos lesbianos? ¿Cuál es su actitud frente a lesbianas?
  • ¿Cuál es la imagen de la mujer moderna? ¿Acaso existen ideas sobre la “auténtica feminidad” que la mujer "debería" cumplir? ¿Cuál es mi propia actitud al respecto?
  • ¿Contesta mis preguntas? Si no las contesta directamente y meramente me las refleja: este método terapéutico ¿me puede ayudar en este momento y me parece aceptable?
  • Tu eres la clienta y la terapia es una relación laboral que tú o la caja de enfermedad paga para que te ayude. Esto funciona mejor con transparencia y franqueza. Menciona tus dudas o si te sientes herida o incomprendida en la terapia.